Le ponen mejor nota a la Corona, la Iglesia o los jueces que los mismos españoles
Los ministros españoles de Justicia, Interior y Trabajo e Inmigración han presentado el barómetro "La Comunidad Musulmana de origen inmigrante en España", un informe elaborado a partir de 2.000 entrevistas a musulmanes inmigrantes. Según este informe, los musulmanes llegados de otros países tienen mejor opinión que los españoles sobre las instituciones, se sienten adaptados a España, no sufren conflictos religiosos y les parece bien que el Estado no sea confesional.
Los inmigrantes musulmanes, en una escala del uno al diez, puntúan con un 7 a la Corona; un 6,3 al Parlamento; un 6,5 a los jueces y un 4,7 a la Iglesia Católica. Recibieron puntuaciones bajas la ONU (5,6), la Liga Árabe (5,3) los líderes árabes (5,2) y los Estados Unidos (3,9).
A todas las instituciones les dan mejor nota que los propios españoles, que sólo puntúan al Rey con un 6,4; al Parlamento, con un 5,3; a la Justicia con un 5,3 y a la Iglesia, con un 3,9.
El 4,7 que se le concede a la Iglesia católica, que en principio podría verse como una buena nota, también puede parecer escasa, cuando se recuerda el esfuerzo de Cáritas y la solidaridad católica por ayudar a los inmigrantes.
En la Diócesis de Barcelona, por ejemplo, una de cada cuatro personas atendidas por Cáritas es originaria del norte de África. Incluso a nivel internacional Cáritas Española, por ejemplo, en el año 2008, destinó casi 940.000 euros a proyectos solidarios en el Norte de África y en Oriente Medio (sobre todo en Marruecos, Mauritania y Tierra Santa), que beneficiaron a más de cien mil personas. Además, destinó recursos a otras zonas de gran presencia musulmana como Senegal (65.000 euros), Sudán (128.000 euros), Mali (260.000 euros) y Níger (22.000 euros).
Según este barómetro, los musulmanes inmigrados a España practican un Islam muy moderado, consideran que las tres religiones monoteístas "son igualmente respetables" y el 81% afirma que los no creyentes "tienen el mismo valor como personas" que quienes sí lo son.
El 81% se siente adaptado a las costumbres españolas, el 89% cree compatible ser buen musulmán y buen español; el 94% afirma que todos debemos esforzarnos por respetar las creencias religiosas, el 81% que los no creyentes tiene el mismo valor como personas y el 83% que el Estado no debe ser confesional sino neutral en lo religioso.
El 84% dice que no ha sufrido problemas para practicar su religión. Un 52% de los musulmanes inmigrantes se define como "muy practicante", un porcentaje similar al de la población católica española hace 30 años (dijeron los autores del estudio). Actualmente se declararían muy practicantes el 20 por ciento de los católicos, según estos autores. Además, el 94% afirma que "nunca se debe utilizar la violencia para defender o difundir creencias religiosas".
Además, este colectivo inmigrante afirma que en Occidente hay un alto grado de libertad religiosa y tolerancia (72%), se discrimina menos a la mujer (60%), hay menos desigualdades sociales (56%) y se presta más atención a los más pobres.
Para el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, el estudio demuestra el éxito integrador de la sociedad española y sus Administraciones.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, explicó que la población musulmana inmigrante asciende a más de 767.000 personas en España con una edad media de 27,4 años, que supone el 16% de todos los extranjeros y que en un 72,8% de los casos, forman parte de la población activa. En este colectivo la tasa de paro es "del 27% o algo más" y "sin embargo, eso no modifica la visión positiva que tienen sobre el país de acogida", apuntó.
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