Desde diferentes ángulos, en todos los países se están produciendo debates que tienen que ver de alguna manera con la inmigración. Ciertamente, no todas las polémicas son iguales y algunas declaraciones deben ser denunciadas de inmediato, como las del concejal del PP de Badalona Xavier García Albiol sobre el colectivo rumano en la ciudad. Pero la crítica a Albiol no puede ocultar que la controversia ya es de alguna manera europea.Anoche, por ejemplo, en el interesante debate televisado que celebraron en Birmingham los tres aspirantes a ocupar el 10 de Downing Street –Gordon Brown, David Cameron y Nick Clegg– el conservador Cameron habló abiertamente de la necesidad de establecer en el Reino Unido un cupo de inmigrantes, mientras la estrella emergente, el liberaldemócrata Clegg no esquivaba el tema y hablaba de un mayor control.
En Bélgica, un país que se encuentra al borde de elecciones anticipadas y pendiente de que el rey Alberto II disuelva en cualquier momento el Parlamento por la aparentemente insuperable división entre flamencos y valones, se acordó ayer prohibir el burka en todos los espacios públicos. Es posible que la situación de inestabilidad de la Cámara haga decaer el acuerdo y quede sin efectos, pero la votación es una realidad.
Mucho más cerca, en Llavaneres, una nueva iniciativa local de denunciar a los sin papeles que se empadronen se suma a la de Vic. El Ayuntamiento está en manos de CiU, que gobierna en minoría, y la iniciativa fue del PP. Valdrá la pena que los partidos catalanes sepan abordar serenamente un tema que despierta tanta controversia social.
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