madridiario.es Por Mónica Sáez, 01-10-2015
La comunidad musulmana se ha extendido a lo largo de los años por todo el territorio español. En la actualidad, más de 700.000 ciudadanos españoles son musulmanes. De ellos, más de 270.000 madrileños profesan la fe islámica. Riay Tatary, de origen sirio, es el presidente de la UCIDE (Unión de Comunidades Islámicas de España), que surgió después de que se aprobara la Ley de Libertad Religiosa del año 1980. Organizada a través de las diferentes Comunidades Autónomas, la UCIDE vela por que se cumpla el acuerdo de cooperación del Estado español con la sociedad musulmana, así como por el desarrollo de diferentes actividades en materia de educación, cultura y sociedad. Madridiario ha profundizado en estos temas con el líder de la comunidad musulmana a nivel nacional.
¿Qué funciones tiene la Unión de Comunidades Islámicas de España?
Además de velar por el cumplimiento del acuerdo de cooperación del Estado español con la comisión islámica de España, UCIDE se centra en el desarrollo de otro tipo de actividades, entre las que destaca el Observatorio Andalusí, encargado de llevar a cabo informes sobre temas de interés para la comunidad musulmana, así como para la sociedad en general. También vela por la enseñanza de la religión musulmana en los centros de educación con alumnado musulmán, y por otros por temas reconocidos en el convenio de colaboración con el Estado, como la legalidad del matrimonio islámico, dar crédito a los imanes que trabajan en España, la asistencia religiosa en los centros sanitarios y penitenciarios, además de la certificación ‘halal’ de la carne sacrificada según el rito islámico. Otro de los puntos fundamentales de los que se encarga UCIDE es de pedir a las autoridades el cumplimiento de las festividades musulmanas y el descanso semanal y, en especial, el tiempo para acudir a las mezquitas al mediodía y poder recuperarlo a lo largo del día.
Hace varios meses, el cementerio de Griñón, único musulmán en la región, fue cerrado por “no cumplir la normativa mortuoria”, y quedaron varios cadáveres sin poder ser enterrados durante varios días. ¿Cómo está la situación en relación con los cementerios musulmanes?
A pesar de que la Ley contempla que el Ayuntamiento debe ceder espacios para enterramientos musulmanes, contamos con muy pocos y dispersos por el territorio nacional. Estamos intentando que el tratado de cooperación entre de verdad en vigor. El cementerio de Griñón pertenece al Ministerio de Defensa para dar enterramiento a caídos de guerra, pero su gestión fue cedida al Ayuntamiento. En su momento, al no poder enterrar más cadáveres, se llevaron a cabo los trámites necesarios para proporcionar una solución, y se obtuvo una licencia a través de la consejería de Sanidad por la que se cedió un espacio de este cementerio para poder realizar nuevos enterramientos. Sin embargo, el espacio no es suficiente, debido a que en este cementerio no solo se entierran musulmanes provenientes de la región de Madrid, sino también de otras comunidades que no cuentan con sus propios cementerios musulmanes. Actualmente esperamos una reunión con los nuevos Gobiernos tanto de la Comunidad como del Ayuntamiento de Madrid para tratar todos los temas que preocupan a los musulmanes madrileños.
Un tema que preocupa enormemente a la sociedad es el terrorismo islámico, y el miedo que genera la posibilidad de que se produzcan focos en nuestro país. ¿Cuál es la situación desde el punto de vista de la comunidad musulmana?
Las atrocidades que cometen estos individuos van en contra de la esencia propia del Islam, que reside en la protección de la vida. Sus actos pueden deberse a una reacción ante las injusticias acumuladas que se han producido históricamente en los países árabes, que han podido llevarles a generar un rencor y un posterior odio. Pero el error no justifica otro error. Sería absolutamente necesario un diálogo, pero a estas alturas no sé si es posible. Muchos estudios llevados a cabo por eruditos islámicos contradicen punto por punto cada una de sus actuaciones. Los musulmanes no somos vengativos, por lo que esta actitud podría venir de razones políticas o personales. Los decretos musulmanes están en contra del radicalismo dentro del Islam, que aseguran que los actos que se están realizando no es conforme ni a las normas islámicas ni a las actitudes de la primera generación de musulmanes.
¿Desde aquí se podría llevar a cabo alguna actuación para frenar el terrorismo islámico?
Actualmente, más del 40 por ciento de la comunidad musulmana del país ha nacido en España, y es importante tanto la enseñanza del árabe, por ser la lengua oficial de la fe musulmana, como el asentamiento de unas bases claras y comunes en torno al Islam. Nosotros hemos redactado libros oficiales para que se utilicen en la enseñanza, aunque de momento sólo se imparte en el País Vasco. Estamos trabajando para hacer ver qué es el Islam realmente, porque, cuando los musulmanes lo saben, lo defienden de la manera más justa, correcta y beneficiosa para la sociedad. Es fundamental contar con un material unificado en la enseñanza para evitar malinterpretaciones que lleven a cometer actos de terrorismo, cuyos focos están en las redes sociales, nunca en las mezquitas. En caso de ver algún tipo de desviación de las enseñanzas del Islam dentro de las mezquitas, se llama la atención inmediatamente a esa persona para que estudie en profundidad las bases y corrija su comportamiento. Ha de quedar claro que estas personas no tienen legitimidad alguna, ni legalidad.
Desde hace un par de semanas, la situación de los refugiados sirios se ha instalado en la actualidad europea. ¿La comunidad musulmana está llevando a cabo algún tipo de actuación?
Estamos dispuestos a colaborar dentro de nuestras posibilidades, acompañándoles y dándoles la información y la ayuda que necesiten. De Siria han salido ya aproximadamente 4 millones de refugiados, y la mitad están en Turquía, y un cuarto de ellos en Líbano. Las acogidas que se están produciendo en Europa son insuficientes e inadecuadas. No es tolerable que se les reciba con presencia policial especial o con actos de intolerancia. Siria ha sido históricamente un país en el que siempre ha habido una acogida inmensa a refugiados e inmigrantes de cualquier nacionalidad. Sin embargo, en el momento en el que entran en juego intereses políticos y económicos se pierde el espíritu de convivencia, y es lo que está ocurriendo. Hasta que Alemania no ha tendido una mano a los refugiados, el resto de Europa ha permanecido con los ojos cerrados.
¿Cómo cree que se podría frenar la islamofobia?
El fenómeno está en aumento, y es necesario llevar a cabo una pedagogía en este sentido, tanto por parte de los gobiernos y los medios de comunicación, como por parte de las empresas. Los refugiados y los inmigrantes son gente que viene por necesidad, no por gusto, y además, por lo general, son personas altamente formadas y cualificadas, que huyen de sus países de origen junto a sus familias. Los empresarios se han servido siempre de su mano de obra y, sin embargo, en lugar de defenderlos, afirmaban que estaban ocupando los puestos de los españoles, cuando no es cierto. Los puestos que han ocupado los inmigrantes siempre han sido los que los españoles no querían.
Un rasgo de la cultura musulmana que siempre ha causado polémica en el mundo occidental es el papel de la mujer en la comunidad Islámica. ¿Cuáles son las enseñanzas del Islam en torno a este tema?
El tema del velo islámico que utilizan las mujeres forma parte de la cultura musulmana, pero es una actitud personal. Hay muchas chicas que no lo utilizan y no importa, pero el uso del velo no impide llevar una vida normal. Además, las mujeres pueden trabajar al igual que los hombres, pero es importante que las madres dediquen la mayor parte del tiempo a sus hijos, para una buena educación durante los primeros años de vida, algo que no entiende la sociedad occidental.
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