UCIDCAT.INFO Tona 21-11-2011
El pasado sábado, día 19 de noviembre de 2011, en la sala de Plens de l´Ajuntament de Tona, la Comunidad Islámica de Tona celebró su segunda jornada Cultural bajo el título: La herencia de la civilización islámica en Occidente.
Después de la presentar del acto por el Sr. Khalid Amar Touhami, presidente de la comunidad, se ha proyectado un video didáctico tratando el tema de la conferencia.
Después del video, el Sr. Taoufik Cheddadi, Islamoleg i Socioleg, desarrolló durante su intervención, marcando la importancia que tiene el saber y la ciencia en el Corán, preguntándose ¿cómo podemos entender que Dios en las primeras Aleyas que revelo al Profeta Muhammad (saws) eran sobre la lectura (Iqraa)? y no sobre Tauhid (Unicidad), La lectura a un profeta iletrado. En una sociedad de analfabetos (Ummiyin). Todo esto para recalcar el valor máximo que aborda el Islam al saber en general, hay dos capítulos en el Noble Corán que se titulan Iqrra (Leer en imperativo) y El Cálamo.
En la Batalla de Badr, el rescate era enseñar a 10 alumnos musulmanes leer y escribir. La herencia Musulmana no solamente en el ámbito científico como siempre se habla, sino alcanzó terrenos no muy conocidos por la opinión publica afirmaba el Sr. Cheddadi, el cristianismo con la suma defensa teológica de san Tomás de Aquino demuestra claramente las influencias del pensamiento musulmán como de Avicena de quien toma la distinción de esencia y existencia y la vía de la contingencia, o de Averroes, de quien asume al menos algunos aspectos suyos en cuanto al problema de los universales, parte de su teoría del conocimiento, sobre el conocimiento divino de los seres particulares, sobre la inmaterialidad del primer motor, sobre Dios como acto puro y sobre el principio de individuación.
La influencia también antes de la llegada del Islam: hubo más de cuatro Papas árabes en la Iglesia católica, san Agustín el gran patriarca era Tunecino afirma Cheddadi.
Dante Alighieri gran figura del renacimiento, en su obra La Divina Comedia, la obra maestra de la literatura italiana y una de las cumbres de la literatura universal es casi un plagio literario afirma el Sr. Cheddadi diciendo que en 1919 el jesuita e islamólogo español Miguel Asín Palacios publicó: la Comedia fue de origen musulmán. El trabajo llevaba por título La escatología musulmana en la Divina Comedia.
La epístola del perdón (Risalatu Al-Gufrán) del poeta y filósofo Abul-Alá al-Maarrí; tiene una similitud espectacular con La divina comedia de Dante.
Sin olvidar el libro del Mi´ iraj de Ibn Abbas (la ascensión a los cielos del Profeta Muhammad), decía Taoufik Cheddadi.
El autor del Cantar de Mío Cid fue un musulmán afincado en Valencia en vida de Rodrigo Díaz de Vivar, otra gran sorpresa lanzaba el ponente citando a La investigadora Dolores Oliver Pérez, profesora de la Universidad de Valladolid, en su l obra El Cantar de Mío Cid: génesis y autoría árabe, afirma que el autor fue Abu Al-Walid al Waqqashi, famoso poeta y jurista árabe, que la escribió en vida del Cid, en el año 1095.
No podríamos entender el pensamiento de Ramón Llull, patriarca de la filosofía catalana, sino es como el resultado de su convivencia con el islam, una relación sin duda conflictiva, en la cual su pensamiento se forjó. El ejemplo de Llull es extensible a toda la cultura catalana desde el siglo VIII hasta los albores de la modernidad, prestando las palabras de Abdennur Prado de su libro (En El retorn de l'islam a Catalunya).
Y por Último el quijote de la mancha y su autor Miguel de Cervantes, que se convirtió al ISLAM según El teólogo cordobés Antonio Medina que sostiene en su libro que lleva por título Cervantes y el Islam: El Quijote a cielo abierto (Ediciones Carena, Barcelona, 2005). Medina explicó que Cervantes, que procedía de una familia de origen morisco, se reencontró con la cultura andalusí cuando fue cautivo en Argel, donde "se reconoció musulmán y estrechó su relación con el sufismo", recalcaba el Sr. Cheddadi.
¿Pero quienes Cide Hamete Benengeli? Sidi Ahmed Ben Inyili.
En el capítulo IX del Quijote, escribe Cervantes: “Estando yo un día en el Alcázar de Toledo llegó un muchacho a vender unos cartapacios y papeles viejos a un tendero....”, contando cómo en ellos estaba escrita en árabe la historia del ingenioso hidalgo Don Alonso Quijano, por el sabio musulmán, Sidi Hamete Benegeli y que después contrató a un morisco para que tradujese esta historia al castellano: “le traje a mi casa donde en poco más de un mes la tradujo toda”. Esta atribución de la obra del Quijote a un autor musulmán, pone de manifiesto quienes el verdadero autor de la obra maestra de la literatura española y la literatura universal.
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