
La construcción de la mezquita provisional en el polígono industrial El Segre –una ubicación que queda ahora en entredicho al haber revocado la Paeria el acuerdo al que llegó con la comunidad musulmana al haber rebasado esta el plazo para presentar el proyecto– cuesta en torno a los 200.000 euros. “Prácticamente casi lo podríamos hacer ya”, afirmó ayer el imán de la mezquita del Nord, Abdelwuahab Houzi, que afirmó que cuenta con los fondos para tirar adelante la iniciativa y salió así al paso de las informaciones que señalan que se habría gastado el dinero en el alquiler del actual templo (ver despiece).
Houzi aseguró a LA MAÑANA que su comunidad lleva bien la contabilidad, como todas las entidades, y que está “todo declarado”. Y aunque el imán aseguró que no hay posibilidades para la construcción de una mezquita definitiva, sí afirmó que cuenta con el dinero para levantar una mezquita provisional si logran llegar finalmente a un acuerdo con la Paeria, que la semana pasada anunció que iniciaba los trámites para revocar el acuerdo por haber expirado el plazo para presentar el proyecto. Houzi argumenta que el proyecto de construcción de una mezquita provisional en el polígono, entre el pago a los arquitectos, la construcción y los permisos, ronda los 200.000 euros. “Casi prácticamente lo podríamos hacer”, explicó el imán, que defendió que pueden justificar sus gastos, alegó que tienen “buena fe” y criticó que las quejas se hagan de forma anónima porque sostiene que están abiertos a las explicaciones a la par de asegurar que tienen la “confianza total” de los fieles. “Somos personas normales”, se lamentó el imán, que afirmó que los fondos con los que cuentan para la construcción de una mezquita provisional proceden de las donaciones efectuadas por los fieles. Houzi fue más allá y dijo que aunque han solicitado ayudas a algunas embajadas para que colaboren en el proyecto de momento no han recibido nada para la obra.
“Estamos dispuestos a empezar las obras y esto es lo que nos importa realmente”, argumentó Houzi. Precisamente la semana pasada, el alcalde de Lleida, Àngel Ros, anunció que el Ayuntamiento iniciaba los trámites para revocar el acuerdo que en su día llegaron con la comunidad musulmana de la mezquita de la calle de Nord para la construcción de la mezquita en un solar del polígono industrial El Segre. Al haber pasado tres años sin haber presentado el proyecto, la Paeria –no sin antes hacer diversas advertencias– tomó esta decisión. La comunidad de la calle del Nord alegó entonces que no podía ir al polígono sin antes tener por escrito el compromiso de la Paeria de que acepta sus condiciones para la mezquita provisional. De todas formas, Houzi declaró la semana pasada que ya busca otro solar para ubicar esta mezquita provisional porque no ve tiempo para responder antes de 10 días la decisión de la Paeria de revocar el acuerdo alcanzado en 2007. “La ley de culto establece unas condiciones muy duras y dificulta el proceso”, dijo Houzi, que sin embargo admite que el dinero para el templo existe.
Pulso entre las asociaciones islámicas de Lleida
A parte del imán de la mezquita de la calle del Nord de Lleida, Abdelwahab Houzi, hay otros contrapoderes dentro de la comunidad islámica leridana. Contrapoderes que en ocasiones han adoptado la democrática fórmula de asociación cultural.
Una de las enemigas de Houzi es la asociación cultural Arab Atlas y sobretodo su presidente y cabeza visible Omar Chara. Un joven que ha jugueteado con varios grupos políticos y que se ha demostrado en contra del imán y de su presunto salafismo. Chara aparece frecuentemente en las manifestaciones contra israelíes, pero también contra la independencia del Sahara.
Los integrantes de la asociación Magreb Lleida son los que cuentan con mayor beneplácito de la Paeria. Organización compuesta por musulmanes totalmente integrados en la cultura occidental no entran en las luchas ni en los conflictos entre organizaciones.
Por último, la asociación islámica Watani para la Libertad y la Justicia de Lleida, con su presidente Mourad El-Boudouhi. Este fue mediador cultural en las piscinas de Lleida a sueldo de la propia Paeria y ha resultado un poco el hijo pródigo. Su público sería similar al de Atlas pero Watani está a favor del burka.
Una guerra interna en el colectivo del que ya veremos quien saldrá victorioso.
Fiscalía no ve delito en destinar el dinero al alquiler
La Fiscalía de Lleida, que abrió el pasado mes de diciembre una investigación sobre las cuentas de la comunidad islámica que tiene su mezquita en la calle Nord, no ve delito en el hecho de que su imán, Abdelwuahab Houzi, destine el dinero que recauda para el nuevo templo al pago del alquiler del actual.
Así lo explicó ayer el Fiscal en Jefe de Lleida, Juan Boné, a raíz de la aparición de algunas informaciones que aseguran que Houzi habría gastado la recaudación en el alquiler del local actual de la calle Nord, que asciende a unos 3.000 euros mensuales.
“Esto no supone ninguna apropiación indebida o una desviación de fondos. Es más, Houzi está obligado a hacer frente a los gastos del alquiler de la mezquita actual, por lo que es normal que destine el dinero que recauda de los fieles a tal fin”, explicó. Otra cosa es, según Boné, si sus fieles consideran que ello supone una buena o una mala gestión de la mezquita y si Houzi debería ser más claro o no con ellos sobre a qué fines se destina el dinero que recauda, cosa que para el fiscal debe juzgar la propia comunidad islámica. Boné explicó que el pasado mes de diciembre Fiscalía inició una investigación sobre las cuentas de la comunidad que lidera Houzi después de recibir una información anónima que denunciaba que Houzi alegara que no podía pagar el proyecto arquitectónico para la construcción del nuevo templo. “Al parecer, el proyecto tiene un coste de unos 30.000 euros y Houzi recibe donaciones de forma habitual, por lo que parece extraño que no lo pudiera pagar. Ahora bien, ahora tenemos que analizar si hay alguna irregularidad real en las cuentas”, explicó.
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