Los servicios de información del Estado investigan a 20 imanes salafistas, entre los que hay uno de Reus y de Girona.
El Ministerio del Interior estudia expulsar al imán de la mezquita del polígono Dyna por promover discursos en favor de la Yihad y de la sumisión de la mujer. Así lo adelantó la Cadena Ser y otros medios de comunicación de ámbito nacional. La decisión es fruto de un proceso de investigación realizado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Policía Nacional que están tras una veintena de imanes marroquíes salafistas de toda España. Tal y como manifestaron distintos medios, en Catalunya se está planteando la opción de expulsar a uno de los imanes de Reus y otro de Girona.
Al parecer, estos dos líderes estarían inculcando a los fieles de los dos municipios una aplicación muy rigurosa de la ley islámica para crear grupos de controles que actuarían como policía religiosa ante actitudes como que las mujeres no lleven el niqab, uno de los velos islámicos integrales, cuando salgan a la calle.
Según recogen textualmente los servicios de información del estado, que han salido a la luz, «el movimiento salafista es ahora mismo una amenaza de desestabilización social». Es más, entre los parámetros que apuntan los servicios de inteligencia destaca la detección de un grupo de musulmanes de origen beréber y de ideología salafista wahabita en Reus que se dedican a controlar a aquellos musulmanes que no visten al estilo árabe o que se alejan de los dictados propios que marca el Corán.
‘No fomenta la violencia’
En este sentido, algún medio también publicaban declaraciones del presidente de la Associació Ciutadans per a la Convivènica, Hilal Tarkou, en las que subrayaba que la palabra salafista no es sinónimo de corriente radical y que no fomenta la violencia. Por otra parte desde el Ayuntamiento de Reus prefirieron no hacer ningún tipo de declaración referente a la expulsión del imán de la mezquita del polígono Dyna por sus actuaciones.
La amplia presencia de extranjeros de nacionalidad marroquí que hay en la capital del Baix Camp, unos 8.600 habitantes, unido a las diferencias entre dos sectores ha hecho que durante la celebración de este Ramadán se haya habilitado otra mezquita, provisional, en la calle Pintor Fuster. La apertura de centros de rezo islámicos no es un hecho aislado, ya que en Cambrils también se ha puesto en marcha un equipamiento de forma intermitente para la celebración de la fiesta central del calendario árabe.
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