No puede compararse con el cristianismo, dijo en un programa de la televisión australiana citado hoy por el diario holandés "De Volkskrant: "Es una ideología violenta, como el comunismo y el fascismo".
El islamófobo pidió también que Occidente ponga freno a la inmigración proveniente de países de mayoría musulmana.
Wilders lleva más de tres semanas negociando un acuerdo para que su xenófobo Partido para la Libertad (PVV) permita un gobierno en minoría de democristianos y liberales de derecha.
El PVV se convirtió en la tercera fuerza del Parlamento al ganar 150 escaños en las elecciones del 9 de junio.
El posible acuerdo con Wilders desató una fuerte polémica en Holanda, que llegó a lanzar un programa para que sus embajadores explicaran la situación en el exterior.
Reconocidos líderes democristianos le pidieron que evitara declaraciones polémicas para no dañar la imagen de Holanda. Wilders aseguró que la entrevista con la televisión australiana, emitida este domingo, fue grabada antes del inicio de las negociaciones.
Sin embargo, los miembros de la futura coalición esperan ya con temor una próxima oportunidad para la polémica: Wilders hablará el 11 de septiembre en la "zona cero" de Nueva York contra la construcción de una mezquita cerca del lugar de los atentados terroristas de 2001.
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