División entre las entidades musulmanas sobre cómo actuar ante la polémica
Al final no hubo manifiesto conjunto de las distintas entidades musulmanas sobre el uso del velo. Ni tan siquiera hubo acuerdo en el llamamiento a los imanes para que dedicasen el sermón del viernes a reflexionar sobre el caso de la menor Najwa que ha tenido que cambiar de instituto para poderse cubrir la cabeza con un pañuelo en el interior del aula.
Pese a que un grupo de entidades musulmanas, la mayoría de Madrid, hicieron un llamamiento a principios de la semana para que se explicase ese debate en las mezquitas, el miedo a la politización y la división que existe entre la comunidad, acabó por frustrar la iniciativa. Aun así hubo numerosos imanes que explicaron a sus fieles el significado del velo, cada uno a su manera sin una hoja de ruta pactada.
En Catalunya, desde el Consell Islàmic i Cultural se recomendó que se hiciese esa reflexión, incluso se mandaron algunos e-mails, pero otras federaciones expresaron su desconfianza. Desde UCIDCAT, se consideró que “era un tema delicado y que no interesa a la comunidad musulmana ni a la sociedad abrir una polémica, sino que es mejor trabajar desde el diálogo”. Mimoun Jalich, uno de los promotores de la reestructuración de las entidades musulmanas en Catalunya, fue aún más rotundo: “No queremos entrar al trapo de esta noticia, ni queremos alimentar más la polémica. Es mejor quitarle hierro y confiar en la justicia”.
Un sector minoritario apoyó la propuesta. El imán del Centro Cultural Islámico de Valencia, Vicente Mota, aseguró a la agencia Efe que los musulmanes deben “aprender a defender y exigir sus derechos”. Mota considera que no se puede permitir que un consejo escolar prohíba a una musulmana o a una persona de cualquier otra condición practicar su religión, ya sea dentro o fuera de un instituto. El imán calificó de “mentira” los argumentos de quienes se oponen a que las mujeres lleven el pañuelo islámico en lugares públicos por considerarlo un símbolo religioso. “Si fuera así, no se podrían permitir las procesiones ni las bodas en la calle, ni los entierros, porque todo eso forma parte de la vida pública”, dijo. Y añadió que, en ese caso, tampoco se podrían poner adornos navideños en las calles.
La Asociación de Jóvenes Musulmanes, que fue una de las promotoras de la idea de convertir el sermón en un acto de reivindicación del velo, comentó a la agencia Europa Press que un 60% de los imanes de Madrid habían centrado la oración en ese tema. Sin embargo, otras fuentes redujeron esa cifra. Félix Herrero, portavoz de uno de los sectores de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri), apeló a la “libertad de los imanes” para tratar en sus sermones los temas que consideren oportunos, alejándose de la iniciativa.
Por su parte, el abogado defensor de Najwa, el profesor Iván Jiménez- Aybar preguntado por este diario sobre el tema respondió: “En relación a los llamamientos realizados en la jutba (sermón) de muchas mezquitas españolas, considero que tienen sentido si se dirigen únicamente a aclarar que el hiyab no es un instrumento de sumisión de la mujer, sino una manifestación del derecho de libertad religiosa. A mayor abundamiento, sería conveniente que en esos sermones se condenara la imposición del hiyab a la mujer, en los casos en que esto se produce. Esto daría credibilidad a esta iniciativa, y ayudaría a llevar a cabo una reflexión seria”. El abogado considera que “si las mezquitas instrumentalizan el hiyab como herramienta de presión al Estado de derecho, no harán sino dar la razón a aquellos que piensan que el islam no es compatible con nuestros valores democráticos”.
Jiménez aclaró que “Najwa y su familia no van a iniciar la causa del hiyab en la escuela pública española”. La próxima semana presentará un recurso de alzada contra la Consejería de Educación de Madrid al considerar que el Reglamento de Régimen Interno del instituto al que acudía no era incompatible con el uso del hiyab. “Por eso lo llevó en clase cerca de un mes, sin que se planteara problema alguno”.
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