Por primera vez en los últimos diez años se ha reducido la llegada de inmigrantes a España y los datos de 2008 permiten augurar el inicio de una tendencia. Con este diagnóstico, la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, resumió el actual escenario migratorio durante la presentación del último Anuario de la Inmigración en España, editado por la Fundación CIDOB en colaboración con la Fundación José Ortega y Gasset, la Diputació de Barcelona, la Fundació Jaume Bofill, el Instituto de Derecho Público, Unicaja y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio.
Consuelo Rumí confirmó estas previsiones al explicar que en 2008 se detectó un descenso en los flujos de entrada: se otorgaron 50.000 autorizaciones de trabajo menos que en 2007 y se redujeron en 30.000 las reagrupaciones familiares. La secretaria de Estado subrayó que “la crisis económica tendrá un efecto muy directo y muy importante en la llegada de personas extranjeras y este resultado no debería extrañarnos porque el factor de atracción para venir son las oportunidades de empleo”. Rumí insistió, en todo caso, en que la inmigración “es necesaria, tanto en tiempos de crisis como de expansión” Respecto a las modificaciones legislativas en esta materia, planteó que el objetivo es pasar de una “Ley de Extranjería a una Ley de Inmigración”.
Las nuevas tendencias en los flujos migratorios en España y el impacto de la crisis económica fueron el eje de análisis durante el acto de lanzamiento de la obra, que en su edición de 2008 se presentó bajo el título “La Inmigración en la encrucijada”. En la presentación, participaron los tres directores del Anuario, Eliseo Aja, Joaquín Arango y Josep Oliver Alonso. Arango, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, señaló el momento crucial en el que se encuentra la inmigración en España, pero valoró en positivo la madurez con la que la sociedad española ha asumido una transformación notable en un periodo de tiempo reducido. Por su parte, Eliseo Aja, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona y director del Instituto de Derecho Público, recalcó que la reforma de la Ley de extranjería y la participación de las comunidades autónomas en la gestión de la inmigración son dos de los principales retos a los que se deberá buscar respuestas, mientras que Oliver, catedrático de Economía Aplicada en la Universitat Autònoma de Barcelona, señalaba 2008 como el fin de la década prodigiosa en la cuestión de la inmigración. Para Oliver, 2008 marca un fin de etapa puesto que, hasta el último trimestre de 2008, el paro entre la población inmigrante creció debido al incremento de la población activa, mientras que el crecimiento en el paro autóctono ya se debía a la destrucción de empleo.
En la presentación del anuario también participaron el secretario general de esta institución, Jesús Sánchez Lambás, y el director de la Fundación CIDOB, Jordi Vaquer, que recalcaron la importancia de la colaboración institucional en la publicación.
Consuelo Rumí confirmó estas previsiones al explicar que en 2008 se detectó un descenso en los flujos de entrada: se otorgaron 50.000 autorizaciones de trabajo menos que en 2007 y se redujeron en 30.000 las reagrupaciones familiares. La secretaria de Estado subrayó que “la crisis económica tendrá un efecto muy directo y muy importante en la llegada de personas extranjeras y este resultado no debería extrañarnos porque el factor de atracción para venir son las oportunidades de empleo”. Rumí insistió, en todo caso, en que la inmigración “es necesaria, tanto en tiempos de crisis como de expansión” Respecto a las modificaciones legislativas en esta materia, planteó que el objetivo es pasar de una “Ley de Extranjería a una Ley de Inmigración”.
Las nuevas tendencias en los flujos migratorios en España y el impacto de la crisis económica fueron el eje de análisis durante el acto de lanzamiento de la obra, que en su edición de 2008 se presentó bajo el título “La Inmigración en la encrucijada”. En la presentación, participaron los tres directores del Anuario, Eliseo Aja, Joaquín Arango y Josep Oliver Alonso. Arango, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, señaló el momento crucial en el que se encuentra la inmigración en España, pero valoró en positivo la madurez con la que la sociedad española ha asumido una transformación notable en un periodo de tiempo reducido. Por su parte, Eliseo Aja, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona y director del Instituto de Derecho Público, recalcó que la reforma de la Ley de extranjería y la participación de las comunidades autónomas en la gestión de la inmigración son dos de los principales retos a los que se deberá buscar respuestas, mientras que Oliver, catedrático de Economía Aplicada en la Universitat Autònoma de Barcelona, señalaba 2008 como el fin de la década prodigiosa en la cuestión de la inmigración. Para Oliver, 2008 marca un fin de etapa puesto que, hasta el último trimestre de 2008, el paro entre la población inmigrante creció debido al incremento de la población activa, mientras que el crecimiento en el paro autóctono ya se debía a la destrucción de empleo.
En la presentación del anuario también participaron el secretario general de esta institución, Jesús Sánchez Lambás, y el director de la Fundación CIDOB, Jordi Vaquer, que recalcaron la importancia de la colaboración institucional en la publicación.
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